lunes, 12 de enero de 2009

Banalización del consumo de alcohol

Llevaba mucho tiempo queriendo hablar sobre esto, pero la verdad es que hasta que no lo he visto en frente con mis propios ojos, no me he determinado a ello.

No hará mucho tiempo que recogí a mi primer intoxicado etílico. Como puede parecer lógico, estando en un servicio de emergencias desgraciadamente no debería llamarme la atención, pero este paciente en particular si lo hizo. ¿El motivo? su edad.

Recibimos el aviso entrando la noche ya, un viernes en una zona céntrica de la ciudad. A nuestra llegada al lugar, la situación era dantesca: Botellas tiradas, bolsas de plásticos, chavales gritando y dando patadas a las botellas... Y ya al fondo, en un banco arremolinados, un grupo de chicos y chicas sujetando a otro. Tras un breve interrogatorio, sacamos en claro que no bebía con asiduidad, que habría tomado del orden de diez copas y que ya había vomitado; ¡bonito panorama! pero lo peor no era eso no, lo peor fue comprobar que la edad del chico era inferior a 14 años. ¡14 años! no quiero sonar a abuelo cebolleta, pero yo con 14 años lo último que pensaba era emborracharme hasta casi perder la consciencia...

¿Cómo puedes tener esa edad y pasarte tanto? y ¿cómo pueden tus amigos dejarte? es increíble, y lo peor de todo es imaginar cómo va a acabar esto. Si no intentamos entre todos concienciar de los peligros del abuso de esa y otras sustancias, llegará un momento en el que chicos de 10 años se inflen a cervezas, fumen y estén pensando en montárselo con la vecina del cuarto. Cada etapa tiene una vivencia, y personalmente creo que los chicos de hoy en día quieren ser mayores antes de tiempo (como todos a esa edad); el problema es que ahora "ser mayores" implica el consumo y abuso de estas sustancias, con el agravante de la facilidad de acceso. Otra pregunta que me aterra es: Si ahora con ~ 14 años consumen alcohol hasta este punto, ¿con 19 qué consumirán? ¿se les quedará corto el alcohol?

La educación y concienciación en este caso creo que es vital, y ya no hablo de grandes campañas del ministerio de sanidad; si no de que uno a uno, con nuestros conocidos, hijos o familiares, la llevemos a cabo para evitar situaciones como la que me tocó vivir (tanto en la calle como posteriormente en el hospital) aquella tarde-noche, y sobre todo para que el futuro de muchos chicos no acabe destrozado por la adicción a estas sustancias o las consecuencias de su consumo.

4 comentarios:

  1. Ante todo. Enhorabuena por el blog :P

    Y, comentando esta noticia, estoy totalmente de acuerdo contigo. Cada vez se empieza el consumo de alcohol más joven, llegando a extremos que horrorizan...

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  2. Gracias Juan, la verdad es que es preocupante el asunto, esperemos que entre todos podamos llegar a una situación más estable...

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  3. yo, hace años, vi a unos padres dar cerveza a los niños para desayunar, habitualmente.

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  4. Pues yo tengo 36 años y a los 14 era ya norma beber cerveza o incluso whisky. Los muy precoces empezaban a los 12 o 13 años y los que más tardaban en "florecer" lo hacían a los 15/16 años.

    A los 18 años nos bebíamos el whisky "a morro" de la botella. A los 20 nos volvimos sibaritas, seguíamos no poniendo ni hielo al whisky, pero ya usábamos vasos (anchos, para el whisky los de tubo son anatema) y el whisky era pure malt de 16 años en adelante...

    Así que aquello de que antes eramos/eran más inocentes, más puros, menos alcohólicos, etc. son percepciones fuera de la realidad. Tal vez eramos más pobres y no podíamos permitirnos tanto alcohol. Tal vez dependa de la región o de la clase social a la que se pertenecía en la época y ahora es generalizado, pero a mediados de los 80 no había tanta diferencia.

    Ahora, que yo sepa, todos seguimos vivos y con el hígado que venía de serie. Eso si, por lo menos yo, ya no tomo whisky, me he vuelto a la cerveza en el bar el sábado y al buen crianza en las comidas del domingo, y la cerveza sin alcohol a diario, y no consumo ningún otro tipo de droga (excepto fumador pasivo, que la ley anti tabaco no ha tenido ningún efecto), por lo que tampoco vale decir que el alcohol es la puerta a otras drogas.

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